Mendoza, Villavicencio, Uspallata, Los Penitentes
Bus de noche a Mendoza
El viernes 30 de septiembre tomamos el bus nocturno de Buenos Aires a Mendoza. Un recorrido de más de 1.000 km que recorres en un bus de súper lujo en aproximadamente 13 horas.
Como algunos de nosotros ya hemos escuchado de nosotros, nos sorprendió desagradablemente la estación de autobuses de Buenos Aires. En un momento de atención disminuida, se llevó una de nuestras maletas. Desafortunadamente con bastantes objetos de valor, afortunadamente no con los papeles realmente importantes, como boletos, pasaporte o carnet de conducir. Lo más molesto fue que una copia de seguridad con datos importantes estaba en la bolsa, por lo que tuvimos que tomar algunas medidas para evitar un mal uso.
De todos modos, pasa la mierda. En cualquier caso, ahora tenemos menos objetos de valor a los que deberíamos prestar atención :-). También esperemos que el seguro de viaje cubra todo razonablemente bien.
Mendoza
Los primeros días en Mendoza exploramos esta agradable ciudad con muchos hermosos edificios antiguos.
Mendoza (fundada en 1561) se encuentra al pie de la cordillera de los Andes. Desde la espaciosa ciudad con muchas calles anchas y verdes y relajados parques llenos de palmeras, se tiene una hermosa vista de los picos nevados. La provincia de Mendoza es el corazón de la industria del vino. Aproximadamente el 80% de los vinos argentinos se producen aquí.
En todas partes se encuentran bodegas y los menús están llenos de vinos especiales y deliciosos producidos por familias conocidas de esta zona.
Además de los ingresos derivados del vino y las aceitunas, el turismo es una fuente importante de ingresos. Mendoza es perfecta para todo tipo de actividades al aire libre como esquí, montañismo, rafting, kayak, cabalgatas, trekking, etc.
Tenemos mucho tiempo para Mendoza, por eso combinamos trabajar para BeOnTop con ir de compras para reemplazar algunos artículos robados y relajarnos en plazas y parques. Una de las dos plazas / parques más bonitos es la gran Plaza Independencia en el centro de la ciudad, donde se llena agradablemente al final del día. Y el segundo parque es el enorme Parque General San Martín diseñado por Carlos Thays al oeste de la ciudad. Un hermoso parque al que acuden muchos habitantes de la ciudad los domingos y que alberga decenas de clubes deportivos, pero que también alberga el estadio de fútbol más grande de la ciudad: El Estado Provincial Malvinas Argentina. Los conocedores del fútbol entre nosotros deben tener buenos recuerdos de esto. El equipo nacional holandés completó con éxito las rondas preliminares aquí en 1978 durante la Copa del Mundo contra Irán, Perú y Escocia, después de lo cual pasó a la final.
El general José de San Martín (El Libertador) es también el gran luchador por la libertad que liberó al sur de América del Sur del yugo español a principios del siglo XIX. En casi todos los lugares, calles y / o plazas importantes llevan su nombre.
Hacia la provincia de Mendoza
El miércoles 5 de octubre salimos por una semana con un auto rentado con el objetivo de conocer más de la provincia de Mendoza. El programa incluye Los Penitentes (una estación de esquí), Las Cuevas (la frontera con Chile) y el área alrededor de San Rafael. Primero partimos hacia Villavicencio, que no es realmente un pueblo, sino unas pocas construcciones: un camping, una hostaria, un antiguo hotel y la conocida fábrica de agua de manantial que abastece de agua a gran parte de Argentina.
Conducimos a través del vasto paisaje de estepa con nuevamente hermosas vistas de los picos nevados de los Andes. Desde Villavicencio una hermosa carretera de 365 curvas (los Caracoles) cruza, según resultó, un paso de más de 3200 metros hasta Uspallata. Conducir en Argentina es maravilloso.
Las carreteras son en general bastante buenas (a veces un agujero en la carretera, pero eso te mantiene alerta) y vacías, por lo que puedes disfrutar del paisaje sin ser molestado por el tráfico. Sin embargo, los argentinos no te lo ponen fácil para encontrar tu camino. Los mapas muestran carreteras que no existen y viceversa y, a menudo, tampoco se indican las alturas. Las señales a lo largo de la carretera a menudo faltan y, si están allí, a menudo están demasiado borrosas para leerlas y / o colocarse después del giro, por lo que en un cruce primero debe elegir una dirección y luego esperar que sea la correcta. Un buen desafío.
Pues desde Villavicencio camino a Uspallata. El camino subió bastante rápido con muchas curvas. Cuando ya empezamos a conducir un poco por la nieve, resultó que ya estábamos a 2500 metros y que estábamos en la carretera, aún no estábamos en lo alto del paso. Unas curvas más adelante (a unos 35 kilómetros de Uspallata) nos vimos obligados a dar la vuelta porque la nieve nos impedía seguir. Por un lado, un contratiempo, ya que ahora tuvimos que desviarnos unos 150 kilómetros para llegar a Uspallata. Por otro lado, pudimos volver a ver la hermosa carretera desde un ángulo diferente. Como es hermoso mirar las montañas blancas desde la llanura, también es hermoso ver desde las montañas lo estrecha que es la línea divisoria entre las montañas y la vasta llanura del este.
Ahora regresamos vía Mendoza y Potrerillos a Uspallata. Potrerillos es una especie de pueblo de vacaciones tipo centerparcs en un hermoso lago alargado azul / turquesa al pie de los Andes que es un lugar popular para que la gente de Mendoza tenga una segunda casa.
Al comienzo de la tarde llegamos finalmente a Uspallata. En este barrio se rodó parte de la película Siete años en el Tíbet con Brad Pitt. De hecho, este entorno se parece un poco al Tibet. Uspallata es el lugar con la primera bifurcación después de la frontera con Chile. Para los camioneros es un lugar para repostar, comer o pasar la noche. Para un lugar tan pequeño donde todo el mundo parece conocerse, el tráfico es relativamente intenso. La atmósfera es un poco como Nyalam en el Tíbet.
Los Penitentes e.o.
Al día siguiente, primero conducimos de regreso de Uspallata a Villavicencio para seguir una parte de los hermosos Caracoles. El área es realmente hermosa y de hecho se parece al Himalaya. Continuamos hasta llegar a un callejón sin salida en la nieve y luego damos la vuelta y nos dirigimos hacia Los Penitentes, una pequeña área de deportes de invierno cerca de la frontera con Chile, nuevamente un hermoso paseo por las montañas y altas rocas de diferentes colores. Las pistas en Penitentes todavía se ven bien, así que preguntamos por un hotel y luego conducimos hasta la antigua ciudad fronteriza de Las Cuevas. Los lugares de interés en Las Cuevas son un albergue ubicado en la puerta que solía ser la entrada a Mendoza y por lo tanto a Argentina y al Cristo Redentor, una estatua de Cristo de 10 metros de altura en la frontera de Argentina y Chile que simboliza la paz entre los pueblos de ambos. países. La estatua se ha mantenido a una altitud de 4.200 durante más de 100 años. No tanto la imagen es espectacular, sino la vista allí. Esperamos que, dada la importancia de este monumento, se despeje la nieve del camino hacia él.
Cuando llegamos a Las Cuevas vemos un letrero con una flecha hacia Cristo Redentor, pero no hay camino. Primero asumimos que la flecha está mal y avanzamos un poco más. Inmediatamente terminamos en un túnel y ya sospechamos que ese tampoco es el camino correcto. A mitad del túnel nos reciben calurosamente en Chile. Así que conducimos de regreso y echamos un buen vistazo a los alrededores de la flecha. Resulta que el camino hacia la estatua de Cristo está enterrado bajo una gruesa capa de nieve del valle de no menos de 4 a 5 metros de altura (ver foto de Las Cuevas con autobuses arriba).
Así que volvamos a Penitentes. En el camino visitaremos el Puente del Inca, conocido como uno de los fenómenos naturales más especiales de Argentina. Se trata de un puente natural sobre el Río de las Cuevas que ha sido teñido en todo tipo de rojos y marrones por los vapores que se elevan de fuentes minerales durante siglos. Geológicamente quizás muy especial, pero no nos gusta.
Esquiar en Argentina
A la mañana siguiente es azul claro y fresco. Maravilloso clima para deportes de invierno. Arreglamos el equipo completo de esquí y un forfait de día por aproximadamente el monto que cuesta una hora de esquí en Snowplanet y somos los primeros en subir a la cima de la zona. Las pistas están congeladas al principio, pero a medida que avanza el día, se pone cada vez mejor. Es maravillosamente tranquilo en la zona. El número de entusiastas de los deportes de invierno ciertamente no supera el centenar. Esto nos da mucho espacio en las pistas.
Al final del día conducimos de regreso a Uspallata, donde también conducimos a través de un hermoso desfiladero hasta el Cerro de 7 colores y comimos en un verdadero café del Tíbet (desafortunadamente no momos, pero pizza nuevamente). Al día siguiente conducimos de regreso a Potrerillos desde donde queremos conducir hacia el Valle de Uco a través de una ruta indicada en el mapa como un camino sin asfaltar. Aprendiendo de experiencias anteriores, preguntamos en Potrerillos si este camino existe y también es transitable. Se nos mira de forma extraña y las preguntas se responden claramente afirmativamente. La carretera, un poco más baja y más al este, resulta estar completamente libre de nieve.
De nuevo es un hermoso camino, esta vez más o menos paralelo a la Cordillera de los Andes y pasando, entre otras cosas, el volcán Tupungato de 6811 metros de altura. La ruta transcurre por el “Corredor Productivo”, una zona agrícola repleta de viñedos, almendros y avellanos. Una guía de viajes argentina aconseja visitar la Bodega Salentein (esta bodega parece ser en parte propiedad del holandés Meidert Pon. Una casa señorial en la ciudad de Mendoza es la sede de esta bodega y también la residencia oficial del cónsul holandés).
Desafortunadamente, parece que solo se puede visitar la bodega con cita previa. Conducimos un poco por el hermoso valle y finalmente terminamos en San Carlos, un pueblo tranquilo donde alquilamos una casa de vacaciones para 5 personas por 65 pesos (aproximadamente 18 euros). Es un acogedor edificio de madera en medio de una zona residencial, donde el barrio nos vigila de cerca. Por la noche buscamos un restaurante en la ciudad, pero a excepción de algunas tiendas de campaña brumosas, apenas se encuentran. Decidimos que el roadhouse con el nombre original “Autogrill” es la mejor opción y más adelante se apoyará esta revisión. No por las delicias culinarias. “Autogrill” resulta ser un lugar de encuentro de la juventud local y todo el que visita parece conocer a todos los demás. Durante la cena pudimos disfrutar de la forma en que los jóvenes se desafiaban, cortejaban, intimidaban, cotilleaban entre ellos, etc., etc.
Al día siguiente conducimos por la vasta llanura hacia la Laguna Diamante. Una hermosa laguna azul que refleja los picos blancos de los Andes. Desafortunadamente, debido a un mapa poco claro, la falta de señales y personas para solicitar la carretera, perdemos una salida y solo la notamos 30 kilómetros más en la siguiente salida. Si tuviéramos que regresar, tendríamos que conducir 220 kilómetros adicionales de caminos sin pavimentar (donde 50 kilómetros por hora es realmente el máximo) en comparación con continuar. La elección por este último es fácil. Lástima lo de la Laguna, pero hacemos un pequeño desvío adicional a través del hermoso lago en El Nihuil con una vista de las montañas blancas y luego conducimos a través de todo el Cañón del Atuel hacia San Rafael. Los argentinos a veces comparan el Cañón del Atuel con una versión pequeña del Gran Cañón en Colorado. Quizás un poco exagerado, pero es un hermoso cañón que tiene la ventaja de que lo atraviesa una carretera a lo largo de 42 kilómetros. Por supuesto, esta también es una ruta hermosa, que termina en el igualmente hermoso Valle Grande, la continuación verde del Cañón del Atuel. Es un hermoso domingo y los residentes de San Rafael han acudido en masa a este parque de diversiones natural para practicar canotaje, cabalgatas, rafting, escalada en paredes empinadas, BBQ, etc.
Desde San Rafael queremos hacer otro intento de visitar una o dos Bodegas, pero de nuevo tenemos mala suerte. El lunes resulta ser feriado nacional. El Día del Descenso de las Poblaciones (Día de la Raza). Eso es normalmente el 12 de octubre, que también habíamos escuchado y leído antes. Sin embargo, como a la gente también parece gustarle un fin de semana largo, el día se cambió al lunes. “Por necesidad” conducimos de regreso al Valle Grande para disfrutar de la zona allí también. Arno también hizo un viaje de rafting en el río Atuel para refrescarse. La temperatura en el valle ahora se acercaba a los 40 grados.
El último día de esta semana de gira, regresamos a Mendoza a través de Cacheuta. En Cacheuta, además de un puente colgante con vistas espectaculares sobre el desfiladero del Río Mendoza, también encontrará baños termales que fueron utilizados con fines benéficos por los incas desde el siglo XVI.
A pesar de las temperaturas de alrededor de 35 grados, también nos damos un baño caliente aquí. De regreso a Mendoza resulta difícil encontrar hotel debido a las vacaciones. Durante nuestra búsqueda, nos topamos accidentalmente con un pequeño hotel en un hermoso edificio colonial en una calle secundaria, donde aparentemente no han ajustado los precios desde la construcción del edificio. Un hallazgo agradable, gran salón, terraza privada. A la mañana siguiente, en el desayuno (el famoso café con panecillos dulces con forma de croissant, bleeh) resulta que los caballeros de Jiskefet también debieron estar aquí. La señorita Jannie de Cuentas por pagar debe ser un derivado de la camarera de este hotel.
El jueves cerramos las dos semanas en Mendoza con un último viaje a Bodegas en Godoy Cruz y Maipu, en realidad 2 suburbios de la ciudad. Visitamos la hermosa y antigua Bodega Escorihuela, donde hicimos un agradable recorrido y pudimos degustar deliciosos vinos. En el bus de camino a Escorihuela volvimos a conocer la amabilidad de los argentinos. Le preguntamos a una persona dónde teníamos que bajarnos del autobús y luego la mitad del autobús comenzó a considerar qué parada era y cómo debíamos continuar desde la parada. Una vez que llegamos a la parada, una docena de personas gritaron al unísono que teníamos que salir y hubo muchos gestos en qué dirección debíamos ir.
El viernes por la noche tomaremos el bus nocturno de regreso a Buenos Aires, donde queremos recoger las lecciones de español, clases de tango y salsa.
De hecho, el domingo iremos al cracker de fútbol River Plate – Boca Juniors, las entradas ya están disponibles.
